En esta parte de nuestra página nos gustaría dar a conocer testimonios de personas afectadas de SIA y otras condiciones relacionadas así como de sus familiares. Si quieres participar enviándonos tu testimonio puedes hacerlo a la dirección grapsia@gmail.com, o a través del formulario de contacto que encontrarás en la web.
Hemos creado este apartado porque creemos que puede ser importante cuando alguien se acerca por primera vez a nuestra asociación el poder leer experiencias de otras personas. Frecuentemente, hasta que se encuentra a alguien con el mismo tipo de síndrome, se suele tener el sentimiento de ser la única persona en esa situación. Al leer testimonios de otras personas, uno puede sentirse identificado con las experiencias de otros y esto puede ayudarle a superar esa sensación de aislamiento. Por otro lado, para el que escribe, puede ser útil sacar a la luz situaciones, percepciones y sentimientos que se han vivido en soledad y mantenido guardados para uno mismo.
Puedes utilizar un pseudónimo si quieres. Si contactas a través del formulario de contacto de la web no es necesario que nos facilites tu nombre y dirección de correo electrónico. Si no te importa hacerlo, te garantizamos que permanecerán confidenciales.
Tu testimonio puede ser una aportación completamente libre aunque si crees que un guión puede ayudarte a elaborar tu narración, te proponemos el siguiente:
- Cúando y cómo conociste el diagnóstico
- El diagnóstico, ¿fue acertado desde el principio?
- Cambios experimentados después de conocer el diagnóstico y sentimientos que se despertaron en ti
- Cómo ha sido la reacción y el apoyo familiar
- De qué forma está integrado el síndrome en tu vida. Cómo te sientes actualmente.
- Qué importancia le das al hecho de poder contactar con otras personas con el mismo tipo de síndrome, etc.
Hemos llorado por nuestra propia incompresión, por el miedo a la incompresión de los otros, y por no saber, en algún momento, quiénes éramos.
Pero tarde o temprano, nuestras lágrimas dejan de ser de autocompasión, de rabia, de desesperación, de soledad, y se transforman en lágrimas de emoción, de comprensión, de empatía, de amor. Amor por lo que somos, por el camino que hemos recorrido, por las dificultades que nos han hecho crecer, por las metas que hemos alcanzado, por las personas que nos ayudaron, por los hijos que sí podremos tener.
En esta conversión, tiene mucho que ver el papel de una asociación como GrApSIA, y el hecho de conocer a otras personas que atraviesan o han atravesado por el mismo tipo de dificultades. A partir de ese momento, una rueda se pone en marcha, es un motor imparable que moviliza en nosotros sentimientos, emociones que hacen dar un impulso renovado a nuestras vidas y nos permite poder compartir algo que hasta ese momento habíamos vivido en soledad. Mas que una rueda, se podría definir como una espiral que se retroalimenta. Es un dar y recibir, familiares y afectadas, nuevos y veteranos, compartir, aprender, crecer juntos…